Una Amenaza Atómica

“Vengo a discutir una agenda basada en la libertad, (...) el deber de la America es promover la democracia en el mundo incluso en lugares que no sea hospitalarios” (George Bush da La Stampa del 1/6/07). En plena concoordancia con las palabras pronunciadas antes de la cumbre G8, Bush ha confirmado su aprobación a la venta a China de tecnología nuclear avanazada con propósitos civiles. En este caso, parece que la promoción de la democracia debe ser dejada a un lado, por que según declaraciones oficiales de la administración Bush, la venta de tecnología nuclear a China “significará más puestos de empleo para los americanos y preparara el camino a un renacimento nuclear de los Estados Unidos”. Pero algunas voces contrarias se han levantado en el Congreso norteamericano, de miembros republicanos y demócratas: “Esta transacción representa un riesgo potencial para la seguridad que el Congreso debe considerar”. En una carta enviada al Secretario de la Defensa, los miembros del congreso en desacuerdo, han expresado de manera mas profunda sus preocupaciones, sobre todo en lo relativo a la posibilidad de que esta tecnología vendida pueda ser utilizada con poco esfuerzo en el campo militar, sea para probar ojivas nucleares que en los motores de los submarinos nucleares. A estas dudas se suman las derivadas de la noticia que la adquisición no será en contante, sino financiada con un prestamo de 5000 millones de dolares del US Export-Import Bank. Pero, se sabe que negocios son negocios y 5.500 nuevos puestos de trabajo son probablemente otros tantos votos en las próximas elecciones presidenciales. Aqui en Italia, por el contrario, se siente sólo las gritos de alegría de nuestros liberales por la campaña de exportación de la democracia en el Mundo por parte de la administración Bush, en total contraposición con los comunistas del govierno de Prodi. Y así, mientras para nosotros la política exterior se reduce al debate surreal entre los impuestos a los chinos de Tremonti y el filocastrismo de Diliberto, los liberalistas USA continuan aplicando el siempre válido y práctico concepto de Franklin D. Roosevelt en el 1939, hablando del dictador Somoza: “Será un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Sobre todo si es una adquisición nuestra.



Traducido del original: UN'AMICIZIA ATOMICA
Fuente: Giornalettismo Militante